viernes, 24 de febrero de 2012

El suave roce de tus labios calientes. Esa noche en que, pegada a mí, le recordabas cuando tú estabas triste. Cuando era tu voz desolación por el pasado. Cuando no me querías y buscabas en mi carne, otra carne. Eras amarga, como un adiós, igual que el nombre que entonces pronunciaste.

viernes, 21 de octubre de 2011

Wake Up

Me parecen inútiles los versos, la nostalgia,
estas noches oyendo una lluvia imposible.
El recuerdo de un cuerpo que ni siquiera es mío,
las palabras perdidas en un nombre de arena.

So you think you can love me and leave me to die?

En el pecado gozoso de tu cuerpo me refugio esta noche, cuando nada puede salvar el norte que perdimos. Encontrarnos aquí. Junto al olvido. Despacio y lentamente y con los labios, igual que un arma blanca que me mata.
Vuelvo después aquí. Por estas calles
que ya no guardan nada de los días
luminosos.
Pero, ¿quién puede amar sin las agujas
que marcaron las horas de los besos?
Tú ya no estás aquí. Ni estarás nunca.

jueves, 6 de octubre de 2011

Tal vez el plantearse todo eso
sea por que ya no te persigo,
ni siquiera en los sueños. Porque ahora,
cansado y derrotado, sólo tengo
un recuerdo lejano de nosotros.

lunes, 4 de julio de 2011

Vivamos como si la vida estuviera a la vuelta, vive conmigo ahora el tiempo de los besos de la esquina del sueño. Tengo la eternidad para vivir contigo.En ti respira el mundo.

jueves, 28 de octubre de 2010

Amarte tampoco es tan difícil. Es el oirte hablar o ver la tele. Que me des empujones mientras duermo, ir contigo a la compra, hablar de libros o que me pases la mano por la frente cuando te digo que estoy con fiebre y sueño. No es difícil quererte apasionadamente. Se trata de comer sin decir nada, cada uno a lo suyo, y muchas veces ni siquiera escuchar lo que me dices, o enfadarme si no encuentro el vestido que tanto te molesta y que me escondes. Amarte con desesperación es muy sencillo. Basta con sorprenderte sonriendo cuando cuento un chiste malo o me comentas la última que te han hecho en el trabajo. Amarte también es cuando acaricio tu piel por debajo de la remera y te escucho decir: "¿es que estás tonta..?" Al fin y al cabo, amar debe ser eso: la rutina diaria que no puede acabar con los besos que un día fueron ni con los que aún nos quedan por delante.
Pero no sé decirte cómo será ahora mismo, ni cómo sonarán sus labios cuando besa, ni siquiera sabría describirte su risa cuando alguien lo mira y le dice te quiero. Porque te juro, mira, que daría ahora mismo todo el vino del mundo por el único trago de su boca en mi boca , si es que pudiera abrirse la habitación aquella del hotel olvidado. Pero sé que de todo lo que me dio esta muerte sólo queda el perfume de las flores de plástico que adornaban el cuarto del hotel. Y ahora tengo la certeza de que hoy la pasión se refugia en los brazos amados de la dulce rutina. Y en el café con leche y en la tos por la noche y en la mano que mide mi cansancio y mi fiebre. Mas nunca he olvidado la pasión de su nombre.
Hoy te sigo queriendo cuando marca el reloj las siete y cuarto. Al mismo tiempo que dicen por la tele que están las cosas mal y que los bancos cierran el año y doblan beneficios. Mientras espera el hombre de la calle algún nuevo decreto para hundir la economía de sus cuerpos. Hoy te sigo añorando cuando siento, el desencanto de todos los poemas, de los versos de amor y las canciones y no sé que escribir esta mañana en que la niña se duerme en los apuntes, y el vuelo de los sueños es corto como el tiempo de la dicha. Te amo todavía en esta hora en que los días no miran al futuro. Cuando la esperanza pierde la palabra y se llenan las camas de fracasos y el deseo se viste con la ropa de luto y soledad. Cuando no tengo ni un mordisco que llevarme a la boca.

martes, 26 de octubre de 2010

Yo siempre quise ser la mujer de tu vida, ese beso que nunca pudieras olvidar, la caricia más dura y el mordisco más suave, el pecado más sucio y el demonio sediento del licor que en tu sexo guardabas para mí. Yo quise ser blasfemia que te llevara al cielo, o conjuro diabólico de este hereje maldito que prefiere tu cuerpo a la hostia de dios. Porque no hay salvación si no es entre tus brazos, ni existe paraíso si tú no estás en él. Por eso te prefiero sin calendarios, ni agendas que te marquen lo que tienes que hacer. Cuando hayan de buscarte que sea entre mis venas, debajo de mi cuerpo o encima de mi vientre, con tu risa sonando impúdica y feliz.
Y yo busqué en tu piel como quien busca la absolución de todos los pecados. Cuando hacía de ti la oración única, esa sola verdad que te habitaba. Por eso, en este instante te recuerdo. el calor de tu vientre, las palabras de amor que me decías sin creerlas, el abrazo en el que te rendías y llorabas.

domingo, 24 de octubre de 2010

Recuerdo

Y nada dura siempre. Ni siquiera este amor que te tengo y que me mata. Porque quererte ahora es sólo el polvo del recuerdo de ti. Un suave aroma perdido en mis bolsillos. Nada eres. ¿Dónde estás más allá de la nostalgia? Probablemente estés en el anhelo de los días aquellos cuando eran tus besos la merienda de mis tardes, el nombre que cerraba el calendario. Por más que cada día devoremos el olvido en la piel de otras mujeres, yo sé que recordarte es mi defensa, la última frontera de mi vida. El último consuelo del vencido. Por eso en esta tarde en que te mando esta carta a dirección desconocida, admito mi derrota y me someto a una historia que nunca hemos escrito y de la que nada queda ni se añora. Sé que amar es asunto en compañía. Que no hay besos si no hay labios que te busquen. Y no hay nada más cruel que los amores que confunden los cuerpos un día amados en el mismo recuerdo de la nada.
Bendigo tu recuerdo que me hace sentirme afortunada cuando miro la soledad del hombre, la amargura de un lunes. No sé si recordarte como eras entonces o dejar que la vida –y tú que eres la vida- se me vaya escurriendo entre los mismos dedos que algún día lejano fueron dulce herramienta para construir el mundo, ese mundo que siempre nos vence y nos derrota.

Huelga

Son amargos los días en estos años fríos, cuando el dolor se hace cotidiano. Y cuando no se sabe donde empieza la vida y donde muere el corazón del hombre. No está el horno ahora para versos delicados y suaves -incluso diría Una Bohemia ni para versos cursis-. Así que en esta tarde, con trallazos de sombra, cuando todo parece haberse conjurado contra nosotros mismos prefiero detenerme ante tu pecho abierto, mirarte lentamente, y decirte que hoy el amor es saber que no somos los únicos y que entre nuestros brazos cabe la ternura de hombres y mujeres que sueñan otro mundo. Que en ti, me siento ellos. Y soy un pedacito del hueco de tus manos. Esas donde dormir para que nunca me encuentre la tristeza. Hoy te quiero, mi vida, en mitad de la calle.

Te quiero y no te quiero

Te quiero y no te quiero. A ver cómo me explico. Te quiero cada día al levantarme. No te quiero de noche, cuando eres un recuerdo difuso y muy lejano. Te quiero cuando miro a una muchacha y te imagino haciendo las cosas cotidianas. No te quiero al recordar cuando te fuiste. Te quiero a cada instante, cuando pienso en tus besos de ayer. Y no te quiero cuando pienso en los besos que ahora das a otro. Te quiero en la taberna, cuando pido lo mismo que bebía de tus labios. No te quiero en esa borrachera de tu cuerpo vencido en el deseo de otras manos. Te quiero cuando sueño que aún me quieres. No te quiero cuando viene tu nombre como una pesadilla y marca cada una de sus letras en esas cicatrices de mi pecho. Te quiero y no te quiero cuando maldigo y te maldigo en esta absurda razón de tu recuerdo. Las palabras que aún te sigo escribiendo cada tarde.

domingo, 31 de enero de 2010

Y ahora estas aqui, queriendo ser feliz

viernes, 29 de enero de 2010

Sos tan diferente al resto de la gente, sos tan diferente y me quedo respirandote

viernes, 6 de noviembre de 2009

Sunshine, sunshine reggae. Don't worry, don't hurry, take it easy!
Gimme, gimme, gimme just a little smile

lunes, 19 de octubre de 2009

Y supe, con certeza, que siempre en otros cuerpos hay una eternidad que nunca entenderemos.