
Ya no se puede decir nada más es hora de despertar.
Es muy profundo el sueño que lo atrapa, es algo que a su voluntad escapa. No mira el cielo, todo lo dejó en la nada. Fue cómplice de sus miserias
que la echaron de su cama. Y es tan difícil que pase algo y llegar a mañana. Como matar esa mirada,
como ocultar promesas vanas, con solo un par de cosas claras,
como soñó una vez entregarle cuerpo y alma. Ser el vuelo de sus alas. Y es tan difícil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario